A algunos de ellos los he abandonado por cierto tiempo, sin embargo ahí están siempre en espera de que me acuerde de ellos y los llame para que me acompañen a correr, otros, deben estar felices porque son los consentidos, los del momento, en los que más pienso últimamente, hay unos que saben que solo los llamo para momentos especiales, un buen fondo o una carrera de larga distancia como un medio maratón o mejor aún quizá para un histórico día de maratón, ninguno pone pretextos, ni por lesión, cansancio, enfermedad, lluvia, mala noche, nada siempre están disponibles.
Si pudieran expresar todo lo que hemos vivido juntos, las palabras de mis reseñas quedarían cortas, serían el resumen, de la introducción, de la reseña de mi actividad.
Lo han vivido todo conmigo en lo referente a correr y digo todo, TODO, miles de pasos al día, decenas de miles a la semana, cientos de miles de pasos al mes, hemos sufrido juntos, llorado, reído, escuchado los secretos de amigos, sus chistes, anécdotas, consejos, hemos vivido el dolor juntos y saboreado el éxito más unidos que nadie, ahí están siempre, muchas veces olvidados por mi, y otras les reconozco y valoro su presencia con una foto o dejándolos descansar por unos días.
La famosa frase que dice "Saben de que pie cojeo" aplica de forma perfecta para ellos, y tan real, porque claro que cojeo, lo saben y lo sufren junto conmigo, pero han sabido acoplarse, se adaptan a las circunstancias, y cuando hemos necesitado apoyo externo lo aceptan y ponen de su parte y aunque realmente se vuelva algo desgastante, ahí estarán siempre, esperando mi invitación a correr.
Recuerdo cuando empezaba a correr no les daba mucha importancia, conocía poco de ellos, mis amigos me hacían recomendaciones para buscar los mejores pues serían los compañeros que me ayudarían a correr mejor, lesionarme menos, y cuidar mis pasos pisada tras pisada, debo reconocer que al principio no me acostumbre a cualquiera tenía que encontrar los compañeros ideales que nos entendiéramos, que se adapten a mi y yo a ellos, hasta que los encontré y vaya que nos hemos adaptado.
En la parte mental, que muchas veces en donde más flaqueo, también han sido un gran apoyo, algunos los considero los mejores para correr rápido y a otros los mejores para correr largas distancias, y cuando corro mi confianza en ellos me ayudan a tener más confianza en mi mismo, en verdad que casi somos uno cuando corremos.
Desgraciadamente aunque quisiera esta relación no puede ser para toda la vida, al cambio del tiempo, doloramente es necesario ir integrando nuevos compañeros a mi actividad, y poco a poco con el dolor de mi alma ir soltando a los anteriores, sin embargo ahí están, esperando por una oportunidad más, por un día que me acompañen a recordar viejos tiempos, a sacudirse el polvo conmigo y demostrarme que todavía tienen con que responder más kilómetros ante las exigencias del asfalto, sin importar que ya hayan unos nuevos ocupando el lugar que ellos tenían, y de nuevo volverán a esperar el tiempo que sea necesario, hasta que tal ves otro corredor o caminante se vuelva su nuevo compañero para vivir nuevas aventuras.
Es tanto lo que hemos vivido juntos que me resisto a renunciar a ellos, ahí siguen y muy probablemente seguirán conmigo, hace unos días mi hijo que ya es un adolescente me pidió permiso para salir con uno de ellos a entrenar al gimnasio, con un sabor agridulce le di permiso, y vi cómo se fueron juntos, él estaba muy contento, y sus nuevos compañeros yo creo que igual, iban a vivir una experiencia nueva y se sentirían útiles nuevamente cumpliendo su razón de ser.
Tengo mucho que decir de ustedes y mucho que agradecer, por lo pronto hoy les dedico estas letras como muestra de mi agradecimiento y correspondencia a su fidelidad, hay un vínculo invisible y muchas veces insensible que nos une y hoy lo reconozco y valoro más que nunca. GRACIAS, MUCHAS GRACIAS A USTEDES: !MIS TENIS DE CORRER!
Nos vemos!!!
DPM
#yocorroporti