Tenía dudas de llevar mis cosas para correr a un viaje de trabajo a Cancún, estaba pensando re programar mis sesiones de entrenamiento para no correr ahí, pero al final me animé, viendo que me iba a quedar en un hotel muy cercano al área del "malecón", segun me recomendaron mis amigos, un lugar perfecto para correr.
Programo levantarme a tiempo para salir poco antes de las 6am para que ya haya claridad pero sin tanto sol, pero entre el cansancio y la ventaja de no tener que apurarme por escuelas ni otros compromisos, me dormí unos minutos más y me levanté, prendo las luces, me disfrazo de corredor y salgo a las 6 del hotel rumbo a la zona prevista. Usé la caminata para calentar y revisar el programa del entrenamiento de hoy registrado previamente en mi celular.
Empecé a trotar mis 2 km de calentamiento poco antes de llegar al lugar, siguiendo por la avenida de mi hotel había un acceso a la zona del malecón, pero unos perros estaban prácticamente bloqueando esa entrada así que con la misma me retaché y segui por la avenida hasta encontrar otro acceso libre y entonces entré.
Ya sabiá que en esa zona fue el controversial caso de la destrucción de manglares de Cancún, caso que me llenaba de coraje e indignación, pero hasta no estar ahí no lo terminé de comprender, hicieron tres avenidas de acceso hacia un andador principal que está frente a la laguna, de aproximadamente un kilómetro, con calles perpendiculares que comunican a las avenidas entre sí, de concreto estampado y con amplios andadores peatonales, para ello DESTRUYERON los manglares removiendo todas las plantas y matando infinidad de animales que vivían en el lugar, no abundaré más en el tema, pero realmente es triste ver lo que hicieron con el lugar, claro, quedó una pista maravillosa para correr, porque después de la movilización de la gente preocupada por el medio ambiente, se logró suspender la obra y "solamente" hicieron las avenidas y ya no construyeron los complejos habitaciones y/o comerciales que se habían planeado hacer ahí, y como está cerrado al tránsito vehicular mucha gente va a correr, caminar o llevar a sus perritos a pasear.
Terminando mis 2 k inician mis repeticiones de velocidad 400 metros rápido con un minuto de descanso, los primeros dos los siento un poco pesados, creo que voy calentando motores, además la pizza de jamón serrano todavía está haciendo algo de estragos en mi, voy pasando por todas las calles del lugar buscando principalmente correr en el andador frente a la laguna, el viento sopla fuerte en ciertas zonas y direcciones.
Entre la tercera y cuarta ronda paso por un área de lo que queda del manglar en donde observó muchas garzas revoloteando y graznando fuertemente, bueno, al menos se rescató algo, pensé.
Durante el minuto de recuperación solo caminaba a un paso veloz, tomando aire por la nariz, y deseando que los segundos tarden más de la cuenta, el reloj me va avisando 5 seg antes de arrancar el siguiente intervalo y así me voy preparando para arrancar, al inicio de cada intervalo observó que emite sonidos advirtiendo que voy más rápido de lo planeado, supongo que se va ajustando con el satélite y detecta una mayor velocidad de la real, o me siento muy chicho y arranco muy rápido.
Me cruzaba constantemente con las mismas personas, dos compañeros corredores, un matrimonio de gente mayor con un perrito, una señora trotando perseguida por un french poodle de la altura de una cuarta de mi mano y otra señora paseando unos 5 perros. Los más amables al saludar, los viejitos, como siempre.
Tal vez por la distracción del lugar nuevo, se me estaba haciendo corto el ejercicio, no digo fácil, realmente me estaba esforzando y tenía cierto grado de sufrimiento, pero pronto ya llevaba más de la mitad de la tarea, cuando se apareció en el escenario otra mujer, atlética, espigada, rubia, a la cual solo vi a lo lejos y dejé atrás en el intervalo seis o siete, me aleje lo más que pude, uno nunca sabe qué tipo de gente se puede topar, (ejem, ejem).
Entre cientos de pitidos de mi reloj y acelerones y caminatas la gente seguro pensaba que tanto hace ese loco, corre agitado, camina, respira, ve su reloj, sube al andador, baja a la calle, retorna por aquí, dobla por allá, la verdad hasta yo me estaba mareando de tanta vuelta, y en una de ellas descubro que habilitaron una capilla dentro de la zona, se me hizo muy extraño pero pensé. Bueno de lo malo ya sacamos dos cosas de provecho un área de ejercicio y un lugar de oración.
Rodeando la capilla llego a mi repetición número nueve, ¡que rápido! Vamos a darle con todo a estas dos, acelero y terminó junto a la laguna, me cruzo con la atlética mujer que era una gringa guapa pero de semblante desagradable, EQUIS, bastante detrás viene un tipo todo fitness al cual doy los buenos días y ni voltea a ver, de esos hechos a mano por Dios que no cualquier persona se merece su saludo. Yo por ejemplo.
Emprendo el regreso para hacer mis dos km de enfriamiento y paso de nuevo por la capilla y observó que al sacristán acomodando unas sillas y cosas del lugar con un solo brazo, pues carece del otro, hago una oración por el y agradezco el testimonio que me recuerda
lo dichoso que soy por mis cualidades (y defectos) físicas. Ofrezco mi cansancio y esfuerzo por él y por toda la gente que luchó por mantener vivo el manglar de esa zona.
Ya rumbo al hotel veo que no disminuye casi nada los 2 km que marca mi reloj, sin importar sigo a un paso ligero acercándome cada vez más al hotel, pasó por un mini súper de esos 24 hrs y me da tentación de parar a comprar agua, pero en frente del hotel hay otro y mejor me aguanto, para lo que falta, lo que falta...... 199 km ¡que burro! Cuando programe la rutina no le puse bie el punto decimal a los ultimo 2 k, así que me seguí dando una vuelta al rededor d eso hotel hasta llegar a 198km faltantes. Compré mi agua y 2 botellas de de bebidas re hidratantes en oferta y entre al hotel, bañado en sudor.
Entro al cuarto y apago la luz.